«El Peón Blanco (Alicia) juega y gana en once jugadas».
También, el propio Carroll, de mente profundamente científica y matemática, quiso zanjar las controversias acerca de la exactitud de su planteamiento con el texto que prologa la novela:Como el problema de ajedrez presentado en la página anterior ha desconcertado a muchos lectores, quizá resulte útil aclarar que está planteado correctamente por lo que se refiere a las jugadas. Podría convenirse en que la alternancia de rojas y blancas quizá no se observe de un modo tan estricto como debería, y es cierto que el «enroque» de las tres damas es sólo una forma de decir que entran en el palacio; ahora bien, todo el que se tome la molestia de colocar las piezas sobre el tablero y repetir las jugadas tal como se indica descubrirá que el jaque al rey blanco en la sexta jugada, la captura del caballo rojo en la séptima y el jaque mate final al rey rojo sí que están en estricta consonancia con las reglas del juego.
Navidad de 1896
Uno de los motivos clave de la novela es el espejo: traspasar un espejo para abrirse paso a un mundo de fantasía. Con este recurso, Carroll hace también uso de los opuestos. Los temas y escenarios del libro lo convierten en una especie de imagen especular de su predecesor, Alicia en el país de las maravillas (1865). El primer libro comienza en el cálido exterior, el 4 de mayo, utiliza frecuentes cambios de tamaño como recurso de la trama y se basa en la imaginería de los naipes. El segundo libro, sin embargo, se abre en el interior de una casa en una noche nevada e invernal exactamente seis meses después, el 4 de noviembre, utiliza cambios frecuentes en el tiempo y las direcciones espaciales como un dispositivo de la trama; y se basa, como hemos comentado antes, en la imaginería del ajedrez. La habilidad de Lewis Carroll para construir estas dos novelas para niños con un entramado tan complejo que da lugar a innumerables niveles de lectura, ha hecho que su influencia sea, aún hoy, absolutamente universal: en la literatura, el arte, el cine y la música… A propósito de la influencia de la obra de Carroll en la música, estos días no deja de hablarse del documental, Get Back, dirigido por Peter Jackson, en el que se recogen las sesiones de grabación del álbum Let It Be de The Beatles. Pues bien, incluso los «Fab Four» de Liverpool estuvieron influidos por Carroll. La morsa[1] de su canción, «I Am the Walrus», se refiere al poema de Lewis Carroll «La morsa y el carpintero», que aparece en A través del espejo. Más tarde, Lennon expresó su consternación al darse cuenta tardíamente de que, en el poema, la morsa era un villano… Tanto si sois fans de los Beatles, del ajedrez, como de las historias de fantasía, no podéis dejar de leer A través del espejo, una novela tan sorprendente o más que Alicia en el país de las maravillas.*Todas las ilustraciones corresponden a la edición ilustrada por MinaLima de Alicia en el país de las maravillas y A través del espejo, traducida por Juan Gabriel López Guix y publicada por editorial Folioscopio (2021).
[1] En inglés, walrus.
Este artículo es una auténtica maravilla.